Me voy a la cama con un sueño entre los dedos... no miraré por la ventana, cerraré los ojos para no intoxicar mi alma...
Si me duermo deprisa y convoco al universo, el sueño se cumplirá, lo sé, estoy segura...
Me acurrucaré cogiendo la almohada, la mía, la que no comparto...
Me acurrucaré cogiendo la almohada, la mía, la que no comparto...
Mañana, cuando me levante cansada y poco dispuesta a las labores domésticas, todo habrá cambiado.
La alegría de la vida, se habrá contagiado y, cuando salga a la calle, todos sonreirán.
Queralt.
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